Sin duda, uno de los lugares que más me ha impactado de Islandia es el glaciar Fjallsjökull que desemboca en una laguna a la que da nombre, Fjallsárlón. Reinaba un absoluto silencio unicamente roto por los chasquidos del hielo que se desprendía, la sensación era impresionante y, desde luego, imposible de olvidar.

Canon 40D, Canon 100-400 (400 mm), f11 1/25, ISO 100, trípode