Cada vez que pasabamos por esta zona abierta en la que se podía ver la orilla del Río Maligne, Rafa y yo solíamos comentar lo emocionante que sería ver cruzar por allí algún animal. No sabíamos lo que nos tenía preparado el destino…
Supongo que de tanto desearlo al final se hizo realidad. Unos días después, una hembra de alce americano cruzando tranquilamente por allí!!!.