Este es uno de esos momento mágicos que nos regala la naturaleza y que si hay suerte puedes captar no sólo en tu retina.
En nuestro viaje por tierras austriacas, cuando nos dirigíamos a Maria Alm, de repente cesó la lluvia que nos había seguido todo el camino y, sobre este claro del bosque, apareció una potente luz acompañada del arco iris.
Hubo suerte que pudimos parar el coche en el arcén y llevábamos la cámara lista, de lo contrario hubiera sido una foto perdida. En esta ocasión hubo final feliz 🙂